top of page

EL PAPEL DE LA UNIVERSIDAD EN LA CONSTRUCCIÓN DE UNA COLOMBIA EN PAZ

En el país se está desarrollando un proceso de diálogo, llamado de paz, con los grupos insurgentes que nacieron a mediados del siglo XX, proceso que tiene como protagonistas a las Fuerzas Armadas revolucionarias de Colombia (FARC) y que está en periodo de gestación con el Ejército de Liberación Nacional (ELN).

 

Para esto se requiere un estudio profundo y objetivo sobre los orígenes, causas, víctimas y responsables del conflicto, que se ha prolongado por más de medio siglo en nuestro país, para garantizar a la comunidad en general el derecho a la verdad, justicia y reparación, y sentar las bases para una paz estable, duradera y con justicia social para todos los colombianos, la universidad debe ser considerada como un espacio de transformación que permita la construcción conjunta a través del debate y la discusión de la realidad existente para desarrollar en la sociedad condiciones favorables de vida. La universidad tiene en sus manos el deber de aclarar las dudas que surgen al hablar del conflicto, sus orígenes, desarrollo y posible final, y la posibilidad de proponer el modelo de país que queremos tras los diálogos de la habana.

 

La universidad debe encargarse en toda sociedad de generar en su comunidad un pensamiento crítico que permita analizar los procesos que se llevan a cabo para que a partir de los diferentes focos de conocimiento con que cuenta aportar un conocimiento claro que permita la construcción de sociedad desde una visión para el mejoramiento.

 

Son de vital importancia los debates académicos y la producción de conocimiento en torno al proceso; debates de forma como el del escenario posterior a los diálogos (posconflicto o pos-acuerdo) o el mecanismo idóneo para democratizar los acuerdos que surjan de la mesa de conversación y debates de fondo como el del modelo económico, el modelo educativo y el de seguridad social, entre otros, que deben funcionar en nuestro país para garantizar una paz estable y duradera tras los diálogos en la habana.

 

La comunidad universitaria y académica en general, tiene en sus manos la tarea de analizar críticamente todos los aspectos relacionados, no solo con la guerra, sino también con las condiciones económicas y sociales del país. El universitario debe trascender de su pasividad en las aulas de clase y crear conocimiento desde el contexto en que se desenvuelve, observando la manera en que se desarrolla la mecánica social y construyendo conocimiento a partir del ejercicio práctico y no sólo desde las hojas.

 

La paz va a hacer una construcción conjunta de la sociedad colombiana a partir de un proceso de conocimiento y de aportación desde los diferentes sectores que permitan una visión amplia que los aglutine y como universidad debemos pensar el concepto de paz que permita construir un país que lleva en guerra muchos años y que la violencia se la ha naturalizado por convertirse en algo cotidiano, siendo primordial el querer modificar esta condición a partir de los procesos de transformación.

 

Es necesario articular la labor catedrática con el desarrollo práctico de ésta en cada contexto y generar procesos de transformación que beneficien a la comunidad en que se desenvuelve el universitario. Propuestas como las cátedras por la paz, tesis doctorales sobre la historia del conflicto armado en Colombia y el desarrollo de propuestas alternativas al modelo económico, son elementos primordiales al momento de hablar de paz en el país. La invitación es a generar espacios de discusión, debate y producción de nuevo conocimiento desde cada espacio en que nos desenvolvemos: el hogar, la calle, las aulas; a analizar críticamente todas las relaciones sociales y condiciones materiales en las que nos desenvolvemos a diario; y a transformar positivamente, con nuestro conocimiento, labor y práctica, las condiciones de existencia de cada colombiano.

 

Y es que nos acostumbramos desde pequeños a escuchar que las causas de los problemas en Colombia son los grupos armados, afortunadamente hoy podemos conocer desde varias perspectivas académicas que el conflicto se alimenta por las relaciones desiguales en sus niveles sociales políticos y económicos, como diría Eduardo Galeano “Ni los dioses ni los diablos han condenado a Colombia a una pena de violencia perpetua, que tiene causas terrestres y no es una fatalidad del destino”[1].

 

Por supuesto, dentro del trabajo estudiantil, consideramos constantemente la importancia que tiene la educación para una nación que busca la paz. Les hacemos la invitación a los caballeros a que remonten su memoria al último grado de la secundaria cuando se presentaba una disyuntiva entre la oportunidad de entrar a las filas del ejército a las aulas de la universidad. Una de las principales tareas de la universidad pública es arrebatarle hijos a esta guerra, ampliando su capacidad, permitiendo que los individuos encuentren herramientas pacificas para resolver los problemas.

 

 

“La universidad es un órgano social de utilidad colectiva y no una fábrica donde vamos a buscar la riqueza privada con el título”  Julio Antonio Mella 

 

 

 

[1] GALEANO, Eduardo y ayudantes. Manifiesto Por La Solución Política al Conflicto Colombiano. 2013

bottom of page